Cuando tienes la responsabilidad, pero no el poder
Hay roles dentro de la organización que cargan con una paradoja incómoda:
Se espera de ellos liderazgo, visión, gestión de equipos, resultados.
Pero no se les otorga el margen real para decidir, intervenir o transformar.
Son los llamados a liderar… sin verdadera autoridad.
Esto ocurre con frecuencia en mandos intermedios, responsables de área, figuras técnicas con tareas de coordinación o profesionales de RRHH. Personas a las que se les exige dirección, pero se les recorta la influencia.
Y eso, a la larga, desgasta. No por falta de competencia, sino por falta de espacio real para ejercerla. Esto lo abordamos directamente en nuestro taller estratégico para equipos de RRHH.
La frustración de liderar “desde el medio”
Cuando el entorno no permite ejercer el liderazgo con coherencia, aparecen síntomas sutiles pero profundos:
- Sensación de inutilidad encubierta.
- Falta de respeto tácito por parte de otros departamentos.
- Desconfianza sobre su impacto, incluso por parte de quien ocupa el rol.
- Agotamiento emocional por sostener posiciones intermedias sin respaldo.
La organización dice: “confío en ti”.
Pero la realidad dice: “no puedes hacer mucho”, parte del problema tiene que ver con cómo se concibe el rol desde el sistema. Lo explicamos aquí.
Y entonces el liderazgo se vuelve decorativo.
Responsable, pero no influyente. Visible, pero no respaldado.
No es falta de talento. Es falta de sistema
En élanfactor lo vemos constantemente: el problema no es que esas personas no sepan liderar. Es que intentan hacerlo en estructuras que no han sido diseñadas para que puedan funcionar.
Sistemas que:
- Otorgan responsabilidad sin legitimidad.
- Piden liderazgo, pero no permiten decisiones.
- Esperan resultados sin otorgar confianza real.
Es un vacío estructural que se disfraza de ineficacia individual.
Y ese disfraz no solo es injusto, sino profundamente desmotivador.
¿Qué se puede hacer cuando no se puede?
A veces el cambio de sistema no depende de quien sufre el desajuste.
Pero sí hay algo que se puede hacer: recuperar el poder real dentro del espacio que sí existe.
Eso implica:
- Reconocer los límites, pero no resignarse.
- Fortalecer la comunicación transversal.
- Desarrollar la inteligencia relacional para ganar legitimidad informal.
- Redefinir el impacto desde el margen, no desde la espera de permiso.
Porque incluso en estructuras rígidas, hay margen de acción si se trabaja con mirada estratégica y trabajamos este vacío de influencia en nuestro programa Leadership Core para mandos intermedios.
Preguntas para quienes lideran sin respaldo
- ¿Cuánto de tu energía se va en sostener lo que no puedes cambiar?
- ¿Tienes el respeto necesario para que tu liderazgo no sea solo formal?
- ¿Estás esperando autoridad o estás construyendo influencia?
No se trata de poder, sino de legitimidad
La autoridad que no se otorga se puede construir.
No desde la imposición, sino desde la coherencia, la relación y la narrativa, y si lo vives desde tu rol actual y necesitas perspectiva, puedes reservar una sesión breve.
Pero para eso, primero hay que dejar de esperar permiso… y empezar a reclamar espacio.