Cuando la fuerza se espera pero el apoyo escasea
Hay una escena que se repite en muchas organizaciones: una persona escucha, gestiona, cuida, resuelve. Atiende una baja inesperada, media en un conflicto, contiene la emoción de alguien que no puede más… y después vuelve a su escritorio sin tiempo para respirar. Esa persona rara vez aparece en las campañas de employer branding. No recibe un reconocimiento público. Y, sin embargo, su labor es esencial para que el sistema no se venga abajo.
Estamos hablando del profesional de Recursos Humanos. O, dicho de otra forma, de quien sostiene —en silencio— a quienes sostienen.
El dilema oculto del profesional de RRHH
En el interior de muchas empresas, el área de Recursos Humanos ocupa una posición única y paradójica: se espera de ella visión estratégica y sensibilidad humana, capacidad de cuidar a las personas y, a la vez, de ejecutar decisiones impopulares. Se le pide que impulse el cambio, sin alterar la estabilidad. Que innove, pero sin desbordar. Que defienda a las personas, sin dejar de representar los intereses de la organización.
No es un rol cómodo. Ni justo. Ni sostenible si no está sostenido.
Lo que llamamos “el dilema del profesional de RRHH” es mucho más que un desafío operativo. Es una tensión estructural que deja huella en lo personal: desgaste emocional, aislamiento estratégico, cuestionamiento del valor propio. Quien debería ser referente de bienestar a menudo no encuentra espacio para su propio malestar, por eso creamos un espacio como la sesión individual para profesionales de RRHH.
El precio de sostener sin red
No se trata de falta de profesionalidad, ni de debilidad. Se trata de que sostener —en el sentido más profundo del término— requiere tres condiciones que muchas veces están ausentes:
- Estructura emocional: para gestionar el impacto de estar expuesto a historias difíciles, tensiones éticas, decisiones contradictorias.
- Vínculos de confianza: para no cargar en solitario con lo que pertenece a muchos.
- Contexto organizacional coherente: donde el rol de RRHH no se vea reducido a la ejecución de procesos, sino reconocido como pilar estratégico.
Cuando estas condiciones no se dan, el profesional que sostiene termina funcionando en automático. Operando con eficacia, pero sin energía vital. Cumpliendo, pero sin convicción. Y en el peor de los casos, abandonando —en silencio o físicamente— un rol que nadie se atreve a cuidar.
Una nueva mirada para sostener(se)
Desde élanfactor proponemos mirar esta realidad desde una clave más profunda: no basta con seguir formando a los profesionales de RRHH en nuevas herramientas si no fortalecemos su estructura interna y relacional. Porque sostener no es un acto técnico: es un ejercicio continuo de presencia, sentido y vínculo.
Por eso trabajamos desde una visión integrada que articula tres dimensiones:
- El Yo: cuidar la base emocional de quien cuida. Fortalecer su poder personal, ayudarle a recuperar su autonomía interior, reconectar con su propósito cuando la fatiga emocional lo nubla todo.
- El Nosotros: crear redes de apoyo reales entre pares, con líderes y equipos. Abrir espacios donde lo humano no sea un discurso, sino una práctica que también les incluye.
- El Eso: actuar sobre el sistema. Promover culturas organizativas que reconozcan el valor de RRHH, que sostengan el cuidado como una competencia estratégica, no como un gesto voluntarista.
Porque nadie puede sostener de forma indefinida si no es sostenido también.
Preguntas para quienes lideran con humanidad
- ¿Sabes cómo está hoy la persona que gestiona el bienestar de tu equipo?
- ¿Tiene espacio, soporte, libertad y respaldo para actuar con impacto?
- ¿Qué cambiaría si el cuidado no fuera solo una función que se delega, sino una responsabilidad compartida?
No es una queja. Es una llamada a cuidar con más consciencia
Este artículo no busca culpables. Busca abrir espacio. Para conversar, para validar, para transformar. Porque si queremos construir organizaciones más humanas, necesitamos empezar por humanizar también el rol de quienes se dedican a cuidar a los demás. Si esto te resuena, quizá te ayude leer la guía sobre el dilema de RRHH.
